La elección del momento, un buen control del parapente, la situación de la vela dentro de la zona elegida y otros parámetros son importantes en la consecución de un buen despegue, por supuesto. Pero una buena preparación es decisiva. Observar los despegues de otros pilotos resulta muy instructivo. Es frecuente ver cómo un alto porcentaje extiende y orienta su vela fuera de la línea de incidencia del viento -aunque esté introducida en la ventana-, tracciona sin tener las líneas desplegadas o desenredadas o aplica mayor energía de la necesaria para que el ala se eleve. Del conjunto de acciones incorrectas, todas ellas nefastas desde el punto de vista de la seguridad, tal vez la que conduce a mayores desastres sea la mala orientación del parapente. Cualquier “input” sobre el mismo se traducirá en una elevación asimétrica que requerirá una superior capacidad de control y, por tanto, inversión de recursos en dominar un movimiento que mermará atención sobre otros problemas que pudiesen producirse, como la de realizar un frenado a tiempo porque el suspentaje presente algún nudo o una racha intempestiva catapulte inesperadamente la vela. Cómo solucionarlo? Nuestro consejo es estudiar cuidadosamente la dirección del viento. Puede que el despegue sea un pasillo pero la brisa no llegue completamente enfrentada y provenga ligeramente de la derecha o de la izquierda. Sea como fuere preparemos la vela (siempre que utilicemos el sistema convencional, pues un despliegue asimétrico como el “cobra” -por poner un ejemplo- requiere otra preparación) de modo que el centro del intradós mire perpendicularmente al viento y extenderemos más o menos las puntas -pero siempre simétricamente- en función de la intensidad del viento. Si este sopla fuerte puede ser mejor exponer sólo el citado centro con exclusivamente unos cajones visibles y el resto del ala recogida en abanico o arco pronunciado (con pulcritud, las puntas extraídas previamente, los cordinos separados y ordenados, conducidos por lugares que no puedan engancharse, y siempre tras realizar una pequeña tracción sobre la línea del freno para que quede libre). Ello hará que, tirando sólo de las “A” centrales suba inflándose progresivamente sin traccionar salvajemente del deportista. Hay pilotos que, incluso, preparan describiendo una forma más similar a una herradura que a un abanico, con las puntas mirándose entre sí pero los cordinos conducidos por encima de ellas y de la parte visible del borde de fuga (siempre cara intradós) para evitar corbatas durante la elevación. O -una variante de este último sistema- depositando la vela en el suelo aún más recogida, casi como si de una bola o pelota se tratase (proceder conocido fuera de nuestras fronteras como "ball launch"), exponiendo al viento exclusivamente unos pocos cajones centrales. Los vientos moderados impondrán una tracción leve y siempre un acompañamiento de la vela mientras asciende con el fin de reducir la potencia. Y los vientos suaves una mayor tracción, quizás tirar de todas las “A´s” y unos pasos del piloto hacia atrás a la vez que carga (siempre que no haya decidido salir “de frente” -dejando la vela a la espalda-, técnica que también implica una buena preparación y para la que la colocación “en abanico”, "ball launch", etc., es también muy interesante). Resultado En cualquier caso, el resultado de una vela orientada hacia la incidencia del viento es una elevación simétrica que exigirá menos control y permitirá contar con una reserva de atención y recursos para gestionar todas las fases del despegue. Es cierto que un parapente que sube asimétrico desde el borde de la ventana de viento puede hacerlo suave y progresivamente. Pero si no es la intención el ascenso puede dar sorpresas y proponer, sobre todo a pilotos con poca experiencia, una sobrecarga de trabajo buscando el centrado-recentrado que de no saber gestionar desembocará en un aborto del despegue o, lo que es peor: en que sean arrastrados peligrosamente. En la fase de despegue el dicho: “vísteme despacio que tengo prisa” adquiere toda su dimensión pues con una buena preparación no solo se despegará antes y sin contratiempos; se hará, siempre, de un modo más seguro. Si quieres adquirir mayores conocimientos en este campo u otros consulta nuestra sección CURSOS/FORMACIÓN. Disponemos de una oferta muy variada, pero si no encuentras lo que buscas puedes exponernos tus necesidades. Te informaremos encantados! Y recuerda: si participas en cualquiera de nuestros planes de formación obtendrás un descuento al renovar tu equipo o parte de él con VOLAR EN COMPAÑÍA. www.vecparapente.com Teléfono: 640508278. Volar en Compañía/Artículos técnica Volar en Compañía
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Noviembre 2023
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